Las franquicias panadería-cafetería se han convertido en uno de los negocios más solicitados e interesantes de la actualidad.
Estos, son negocios con ambientaciones muy cuidadas, precios competitivos y una gran cantidad de productos ofertados, con el objetivo de atraer al mayor numero posible de clientes en cualquier hora del día. Estos negocios han revolucionado el típico modelo de panadería y lo han superado, y configurado un nuevo sector de esta actividad.
Algunas de las conclusiones mas importantes sobre este nuevo modelo las han aportado diferentes empresarios del sector.
Según Reyes Giménez, directora de marketing de Santagloria, “El sector se ha adaptado muy bien a las necesidades del consumidor en cuanto a productos, experiencia y ambientes, de ahí que haya encontrado un hueco propio”, comentó. Los operadores han introducido una serie de novedades, en un mercado donde, en muchas ocasiones, la experiencia prima sobre el propio producto”.
“En la década pasada asistimos a la evolución de los bares tradicionales hacia las cafeterías con encanto y con el pan como hilo conductor de su propuesta. Hasta ese momento no había, sobre todo para el público femenino, el 80% de nuestra clientela, un sitio donde estuviesen a gusto, sin máquinas tragaperras, sin olor a freidora… Esto hizo que el modelo de negocio resultase tan atractivo. Otros factores, como la flexibilidad inmobiliaria, permitieron consolidar su expansión” ha dicho Vicente Flor, responsable de Expansión de Panaria, quien también ha añadido que “más que productos, nosotros vendemos experiencias de consumo. Desde que entra hasta que sale del establecimientos, el cliente se encuentra con la música, con un local limpio, con comodidades como un cambiador de bebés… El usuario hoy es exigente, por lo que no te puedes conformar con despachar un producto de calidad. Hace cinco o seis años el precio sí importaba, pero ese factor ahora ya no es tan determinante”.
Florbela Arrenega, directora de desarrollo de Betriz, “El panadero de toda la vida no era capaz de evolucionar, de traer una gama de productos de calidad e ir así al encuentro del consumidor, algo que sí han hecho unas cadenas que poseen un intenso componente innovador”.
“Entonces las bakery coffees eran muy básicas, con poca decoración, mucho producto visible en la tienda… Ante la escasez de dinero, la gente primaba la cantidad. Esto ha evolucionado, hacia una exposición más cuidada y una reposición más habitual de los artículos, de modo que el cliente percibe una mayor calidad” según Jaime Sáez, director de Franquicias de Bertiz.
FUENTE: FRANQUICIAS EMPRENDEDORES
